viernes, 21 de junio de 2013

Les dejo está información (mas abajo, está el link verdadero)

Cuadro 5.1. Trastornos clínicos frecuentemente implicados en el diagnóstico diferencial del Síndrome de Asperger 


Términos diagnósticos alternativos y no excluyentes

• El trastorno de la personalidad esquizoide
• El trastorno semántico-pragmático del lenguaje 
• El trastorno del aprendizaje no verbal o del hemisferio cerebral derecho

Condiciones asociadas y con solapamiento clínico

• El trastorno hipercinético
• El trastorno de la Tourette
• Depresión y ansiedad 

Trastornos que presentan solapamiento sintomático

• Trastorno obsesivo compulsivo
• Esquizofrenia 

5.2. Trastorno de la personalidad esquizoide 


Según la definición propuesta por la Asociación Psiquiátrica Americana (1994) el trastorno de la personalidad esquizoide se caracteriza por un déficit generalizado y severo de la capacidad de un individuo para establecer y mantener relaciones interpersonales. El déficit social se exhibe particularmente en la capacidad disminuida del joven para relacionarse socialmente con otros así como en la restringida gama de pautas expresivas y respuestas emocionales manifestadas. Asimismo, es característico del joven experimentar un sentimiento de malestar a la hora de participar en situaciones de interacción social. 

Sin lugar a dudas, las alteraciones conductuales descritas presentan una similitud sorprendente con los síntomas asociados al sindrome de Asperger. Dada dicha afinidad, ¿es posible llevar a cabo un proceso de diagnóstico diferencial entre ambas condiciones clínicas? ¿es el concepto diagnóstico del trastorno de la personalidad esquizoide de una utilidad clínica superior al termino del síndrome de Asperger ? 

Antes de aportar respuestas a dichos interrogantes, deseamos presentar al lector el caso clínico de Paul. Este niño recibe el diagnóstico de “trastorno de la personalidad esquizoide” a la edad de los 11 anos, y su problemas de comportamiento han sido lo suficientemente severos para ser la causa de su expulsión del centro educativo donde Paul había comenzado su educación secundaria. El director del centro se había visto obligado a expulsarlo ante el fracaso ante la imposibilidad de obtener ayuda profesional especializada que facilitara una intervención pedagógica eficaz para su educación. 

Paul es remitido a nuestra clínica a la edad de 13 anos, habiendo sido educado en casa durante el curso anterior, con el fin de diseñar un plan de intervención dirigido a integrar al joven en el centro de educación. 

Paul traía consigo un voluminoso historial medico que contaba con una colección amplia de términos médicos utilizados para explicar su comportamiento anómalo. En los informes mas recientes, se le describe como un joven solitario y proclive a responder de forma violenta en situaciones especificas. No le gusta participar en situaciones sociales y es muy remiso a participar en los grupos de trabajo. Paul no muestra interes alguno en relacionarse con otros jóvenes, y bien evita el contacto con los otros o bien se muestra agresivo. A pesar de que sus resultados académicos son adecuados y muestra interés en el aprendizaje, su conducta es impredecible haciendo extremadamente difícil su educación e integración en el grupo escolar. Muestra una sensibilidad extrema con respecto a las correcciones que los profesores hacen en sus trabajos negándose a efectuar cambios recomendados. Algunas veces, una pequeña corrección en su trabajo ha provocado en Paul un intenso ataque de ira derivando en comportamientos agresivos y destructivos hacia el profesor y otros compañeros. 

Cuando nuestro equipo médico investiga la historia del desarrollo de Paul, se descubre que siempre ha sido un niño diferente destacándose por su aislamiento social voluntario y el deseo de jugar solo. Durante su educación primaria, siempre evitó el contacto con otros niños prefiriendo charlar con adultos. Nunca mostró interés en tener amigos aunque aceptaba de buena gana las raras invitaciones de las fiestas de cumpleaños que otros niños organizaban. Allí, tampoco jugaba con los otros y sólo mostraba interés en la merienda y en los juguetes que había en la casa. En el entorno familiar, la conducta de Paul también había sido diferente a la de sus hermanos y desde siempre había mostrado indiferencia y se diría falta de afecto por sus padres. A pesar de esto, mostraba entusiasmo e interés por hablar con sus padres acerca de sus programas de TV preferidos o de sus fantasías acerca de ser un guerrero mítico. Las vacaciones familiares siempre habían sido problemáticas debido a la dificultad de Paul para aceptar situaciones nuevas y cambios en su rutina diaria.

Dada la historia del desarrollo de Paul, cabria preguntarse, ¿ es el trastorno de la personalidad esquizoide el diagnóstico mas adecuado en cuanto a la aportación de un modelo teórico en el que basar una intervención que consiga la integración del joven en la comunidad escolar? 

Es importante clarificar que todavía existen dudas con respecto a la validez del diagnóstico de la personalidad esquizoide aplicado a la población infantil. Wolff y Barlow (1979), utilizaron el concepto de “personalidad esquizoide infantil” a finales de la década de los setenta para describir a un grupo de niños con alteraciones muy especificas de la personalidad, similares a las observadas en los adultos con el mismo trastorno. En otras palabras, los niños manifestaban una tendencia pronunciada al aislamiento social y un distanciamiento afectivo y emocional marcado. Tenían un estilo de comunicación singular con tendencias rígidas y poco flexibles con respecto a sus formas de actuar. Desde el comienzo de sus investigaciones, tanto Wolf como Barlow fueron conscientes de la existencia de múltiples similitudes entre el comportamiento de sus niños esquizoides y el funcionamiento de los niños descritos originalmente por Hans Asperger.

En la actualidad, si bien la controversia sobre la validez de la diferenciación entre la personalidad esquizoide y el síndrome de Asperger todavía persiste, Wolff (2000) ha sugerido la posibilidad de que la personalidad esquizoide se sitúe en un extremo del espectro autista donde se mezclaría con las variaciones normales de la personalidad. El niño esquizoide presentaría un cuadro sintomático cualitativamente similar al del niño con el síndrome de Asperger, pero de menor severidad por lo que el pronóstico seria significativamente mas positivo, en lo que se refiere a la independencia, la probabilidad de matrimonio y éxito del individuo en el mercado laboral. 

Retomemos el caso de Paul. El análisis de su cuadro sintomático indica que el niño satisface los criterios conductuales necesarios para el establecimiento del diagnóstico de ambos trastornos. Cabria preguntarse, ¿por qué nuestro equipo medico favoreció el concepto del síndrome de Asperger sobre el diagnóstico de personalidad esquizoide?. 

En primer lugar, y de acuerdo a la clasificación oficial de la DSM IV, en los casos de ambigüedad sintomática, el diagnóstico del sindrome de Asperger adquiere prioridad sobre el de un trastorno de la personalidad. En segundo lugar, y más importante, creemos firmemente al igual que Wing (1996) que el concepto del síndrome de Asperger, en contraste con el diagnóstico de trastorno de la personalidad esquizoide, nos permite el acceso a una base amplia de conocimiento sobre su manifestación, tratamiento, curso de desarrollo, y pronóstico que facilita lo que hace posible una planificación mas adecuada del futuro. A su vez, el diagnostico del sindrome de Asperger sin duda va a facilitar el acceso de Paul a una variedad amplia de servicios educativos y clínicos especializados que pondrán en practica las estrategias que han demostrado beneficiosas para los niños con trastornos severos del desarrollo. 

Paul es diagnosticado por nuestro equipo clínico con el sindrome de Asperger sobre la base de la evidencia obtenida acerca de una alteración cualitativa en su interacción social y comunicación con otros así como la presencia de rigidez de pensamiento y desarrollo de intereses restringidos que son perseguidos de forma obsesiva. A partir de aquí, y disponiendo de un modelo teórico apropiado para la comprensión de su conducta, Paul comienza un programa educativo especializado en el que las demandas educacionales y sociales se adaptan a sus necesidades particulares. Asimismo, se aplican programas de intervención conductual a partir de los cuales se ofrece a Paul la oportunidad de aprender estrategias de interacción social y resolución de conflictos. 


Link: http://www.asperger.es/asperger.php?t=9

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